RESEÑA DE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO:
“LA EXPERIENCIA DEL DOLOR Y LOS LENGUAJES DEL CUERPO” Fibromialgia y Dolor Crónico,
de SANTIAGO CASTELLANOS
El pasado viernes 17 de octubre, organizado por la BOL en Murcia, asistimos a la presentación del libro “La experiencia del dolor y los lenguajes del cuerpo”. Fibromialgia y dolor crónico, de Santiago Castellanos, Psicoanalista de Orientación Lacaniana. El lugar fue “Expolibro”, de Diego Marín, librero y editor de gran arraigo en nuestra ciudad. Compartieron mesa con Santiago, Carmen Ripoll, Psicóloga Clínica en Murcia y María Rodríguez, Médico de Familia y docente en la Escuela de Arte Dramático de Murcia.
El autor comenzó introduciéndonos en el desarrollo de su actividad profesional, como médico especialista en medicina familiar y que durante años trató a pacientes aquejadas de fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, sin una etiología clara, como un interrogante sin respuesta, ofreciendo el uso de analgésicos en escala expansiva y cómo pasa a orientarse por la mirada psicoanalítica en un intento de dar respuesta a la fenomenología del dolor que se le presenta. Este nuevo discurso, lee la experiencia del dolor, no desde el sujeto supuesto saber absoluto de la ciencia, sino que incorpora la experiencia subjetiva del paciente acerca de su dolor. Nos recuerda que el cuerpo para el psicoanálisis es algo más que un órgano a tratar, es producto del encuentro del organismo con el lenguaje y que queda marcado por “Un decir que ha hecho huella”, y esto tiene que ver con la historia única y singular de cada sujeto.
La obra, que vio la luz hace solo unos meses, es el resultado de más de 20 años de trabajo del autor, en un intento de anudar las disciplinas que históricamente han tratado de dar respuesta a la enigmática pregunta sobre el dolor del cuerpo, sus orígenes y su tratamiento y que sigue siendo inexplicable para la ciencia.
Santiago, tras los pasos de Freud, nos invita a recorrer un camino paralelo al de la medicina y la psicología y nos habla de la función que el dolor tiene para cada sujeto que lo padece, entendiéndolo como un síntoma analítico que se experimenta en el cuerpo como “otra” salida del dolor, a menudo la única posible. El dolor físico se conecta a la existencia propia y particular de cada uno, con sus pérdidas y duelos. Hay una implicación del sujeto en lo que le acontece, hay una biografía subjetiva del dolor que recorrer para dar respuesta a cada dolor, hay una estrecha relación entre el dolor y la vida, “lo que nos pasa en la vida”
Castellanos nos recuerda el caso de Elisabeth Von R, una de las histéricas de Freud que, si fuera diagnosticada hoy, lo sería de fibromialgia.
De su experiencia clínica va formalizando otro posible tratamiento de la fibromialgia. Una vez instaurada la transferencia, los pacientes comienzan a desidentificarse del inútil diagnóstico que les desresponsabiliza de su padecer, pasando a elaborar una historia propia de relación con su dolor.
Otra interesante cuestión a la que aludió el autor, fue la diferencia entre fibromialgia y fenómeno psicosomático, y es que la primera es un síntoma ligado al goce, modo de sentir del inconsciente del sujeto, mientras que en lo psicosomático la afectación corporal está más ligada a lo real como indescifrable.
Al hablar de inconsciente, hablamos del cuerpo, donde algo no cesa de no escribirse, donde la letra, sin lugar exacto, deambula en el vacío que aloja el cuerpo, choca con la piel que delimita el organismo y hace el síntoma. Es entonces, cuando la experiencia psicoanalítica puede advenir y hacer un “cuerpo” habitable y más vivible.
Manuel Moreno y Catalina Sánchez